Una fístula anal es un túnel que se desarrolla entre la piel y la abertura muscular al final del tubo digestivo (ano). El síntoma más común es la aparición de un absceso perianal o bulto que supura líquido amarillento o rojizo.

La mayoría de las fístulas son resultado de una infección que comenzó en la glándula anal, provocando un absceso que resulta de la infección ocasionada por bacterias o un cuerpo extraño que penetra el tejido a través de la glándula. Asimismo, existen enfermedades inflamatorias intestinales que pueden producirla, tal es el caso de la enfermedad de Crohn.

Tanto el absceso como la fístula provocan dolor persistente, acompañado de hinchazón además de irritación de la piel alrededor del ano, pus, fiebre y malestar en general. Para poder diagnosticarlo basta con un examen físico, aunque el médico también puede recomendar una ecografía endorrectal o una resonancia magnética para ver el trayecto y el compromiso de los esfínteres del ano.

Las fístulas anales requieren cirugía la cual deber ser realizada por un especialista en colon y recto, tal es el caso del Dr. Mario Pacheco Pérez. Agenda una cita con el especialista con 25 años de experiencia. Su consultorio se ubica en Mexicali, Baja California.